Protocolos contra deontología; burocracia contra pacientes

El nivel al que se ha llegado en el tema de la sanidad, refiriéndome a calidad, excelencia y/o prestancia y exquisitez en el sistema público español de salud, es verdaderamente bochornoso y da pena por donde se mire. Y como desconozco la calidad del servicio prestado en todas las Comunidades Autónomas, sólo hablaré de las dos que conozco por mi enfermedad, sufro y padezco: Andalucía y Extremadura.

Lo de Extremadura es de traca y lo de Andalucía de aurora boreal. Los médicos que antes se movían y regían profesionalmente basándose en su Juramento Hipocrático (base y sustento de la medicina como profesión desde 500 años a.C.), se han convertido a lo largo de esta maldita democracia que vivimos en España desde los años ochenta del siglo pasado, en meras marionetas en manos de los políticos, ajustados a unos protocolos de atención, en base a unos presupuestos que hay que cumplir por encima del palo de la bandera.

De modo que el paciente ha pasado a ser, desde el punto de vista médico, de lo más importante, por ese juramento (“4. La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo), a una mera cifra a la que llegará después de haber recorrido los caminos inescrutables de “admisión de enfermos”, sala de triage (enfermeros) y médico de familia en urgencias (en la mayoría de casos), además, de las etiquetas y códigos de barra, con los que acabará allí tirado en una cama, que puede costar poco más o menos que una operación de riñón en la sanidad privada (seguro que las compras de material en cualquier centro, conlleva pingües beneficios para algún político), y que desde entonces, ese enfermo, tendrá el código QR de “protocolorizado”… Y a aguantar la intemerata.

De manera que galenos de edad avanzada, media o recién hecho el juramento, lleven la deontología hasta su extremo, y dentro de esos deberes y esa ética a la que se deben con los enfermos o pacientes, enfréntense a esas decisiones políticas que han corrompido el sistema, su moralidad, y su ética, consintiendo que les impongan un sistema mafioso basado en intereses políticos y económicos. Ni ustedes deben ser una marioneta más del poder, ni como consecuencia de esa abstinencia en sus deberes, los enfermos meros números.

Oda al odre


No es causa de mofa o burla 
el reírse de la Parca, 
pues tiene puesta la marca,
cuando al nacer la esculpió
y con su guadaña llega 
el día que tienes marcado, 
en rojo en el calendario 
del año que te tocó; 
así que no está en mi ánimo 
hacer mucha chanza de ello 
pero es que en estos momentos 
me lo pide el corazón, 
y sabiendo cómo soy, 
y al saber cómo he vivido, 
al carajo con la Parca 
y también con mi destino, 
que unidos ya van los dos… aunque juntos siempre han ido. 

Lo primero a fin de cuentas 
es que me encuentro en el tránsito, 
ese que nadie nacido 
podrá evitar mientras viva, 
porque cuando ya te mueres 
el tránsito se ha concluido, 
y hablarán por ti los vivos 
porque tu voz no se oirá. 

La cosa está que un buen día, 
o por mejor decirlo sería…: 
la cosa es que un día aciago, 
ya cerquita de Santiago 
mi tripa se empezó a hinchar 
y como un odre se puso 
cargado… “pa reventá” 
¡y hasta me hice una foto! 
que ya no he vuelto a mirar, 
y en aquel momento era, 
sólo por curiosidad.

Pensé que aquello sería 
un “empachamiento” más, 
de esos de vez en cuando, 
cuando te has vuelto a pasar 
de darle al pimple tres días, 
un fin de semana más 
que a lo largo de mi vida 
superaron lo normal; 
y no dándole importancia 
y en bañador como estaba, 
“la caló” que me apretaba 
y el cuero que iba a estallar, 
me metí en la piscina 
y allí me puse a flotar; 
porque nadar no podía 
con esa barriga mía 
que me hacía ser una boya, 
pareciendo un gilipollas, 
igual que un corcho allí tieso, 
que sobresalía en el mar… Al odre, yo me refiero.

Iban pasando los días 
y el cuero no se aflojaba, 
las ganas se me quitaron 
hasta de comer y “to”, 
¡y cómo no sería la cosa! 
que al ver con una sandía 
a mi “cuñao” entre las manos, 
el cuerpo se me ponía 
como al niño de Gandía 
aquella tarde de toros, 
con esa fatiguita el pobre, 
de garbanzos lleno el odre, 
que a todos puso “perdíos”.
 
Igualito estaba yo, 
con más asquito en mi cuerpo 
que miedo le tiene un tuerto 
a una rama en el camino, 
que ni ostras de Arcachón, 
ni los percebes de Lires,
que cogía mi amigo Juan, 
me abrían a mí el apetito 
desde entonces, hasta hoy, 
y a batidito geriátrico 
como anciano en residencia 
me tienen puesto de dieta 
sentadito en un sillón.

Así que había que hacer algo 
y encontrar la solución. 
¡Dicho y hecho! Me aseé 
¡y a lo hecho pecho! 
y como todo un valiente, 
cabalgando en su corcel, 
al hospital me acerqué, 
creyéndome que eran gases 
lo que me iban a ver. 
Y si no verlos, verlos, 
al menos que me dijeran 
si existían unas tijeras 
para mis males cortar, 
algo que hizo de golpe 
la doctora que me vio, 
que en menos de media hora 
diome allí la absolución 
recetándome en el acto 
cajas de metamizol 
¡nada menos! que “pa” un año.

Al poco me di cuenta 
que empezaba a perder peso, 
se me notan “tos” los huesos 
y como una Sílfide estoy, 
como una hada del aire, 
más espíritu que fraile 
de convento cartujano, 
con menos talla de ropa 
que al hacer la comunión.
Mi cara hoy es un retrato 
de la de Alonso Quijano 
en sus peores momentos, 
los momentos de aquel cuento, 
que tan bien contó Cervantes. 

Momentos de flaqueza extrema, 
pues las cuencas de mis ojos 
me parecen dos cavernas, 
guardando en la profundidad 
de semejante oquedad, 
dos pupilas que aun musitan 
(no puedo decir brillar) 
porque lo que se dice brillar, 
ninguna de las dos brilla. 
Sólo hacen musitar. 

Me han crecido hasta los dientes, 
¡qué decir de las ojeras!, 
me cogen media cabeza 
y hasta las puedo aventar. 
Pómulos desaparecidos, 
lo que hace sobresalga 
con más pasión y más calma, 
mi “gongoriana” nariz. 
Y cerrando este perímetro, 
unos pellejos cetrinos 
descolgando en mi garganta, 
¡que no es lo que más espanta!, 
pero llama la atención, 
pareciendo un pavo viejo, 
de los de duro espolón.

En fin, que caricatura soy 
de lo que hasta ahora había sido,  
viviendo pues lo vivido, 
como lo quise vivir, 
siendo así las consecuencias 
que sólo me toca a mí 
el juzgarlas, bien o mal, 
el darlas por merecidas 
o el no compungir mi vida, 
lo que quede por vivir. 
Y el acto de reflexión 
no proviene del reproche 
ni lo hago a trochemoche: 
¡“pa” remorderme no estoy, 
o contristarme en la culpa 
para dar así más pena, 
y yo de esos no soy. 

Hay que afrontar lo que viene 
y hacerlo hasta con salero, 
que del diagnóstico dado, 
y no digo yo que sean malos, 
todos los que me han visto
mal se sale con los médicos. 
Más dependo de un milagro, 
y miren que no creo en ellos, 
pero sé que haberlos hailos.  

De la «barbarie» de entonces a la «civilización» de ahora

Recuerdo con enorme agradado, satisfacción, dicha, complacencia y un particular alborozo, aquellos tiempos de la “barbarie” en los que me tocó nacer (mediados de los años L -para la generación más sabia y avanzada de la Historia de la Humanidad, la “ELE” son “los años” cincuenta del siglo pasado-). “Barbarie” que se encuadraba dentro de la estructura social que la sustentaba esperando la “por venir”: “civilización”.

Por cierto, algo que debemos llevar al mismo tiempo que aquel delite de la infancia, como una verdadera cruz por ser los causantes de dar ese paso de siete leguas, del cambio de estado de “barbarie” al de “civilización”, con todas las consecuencias y padecimientos que hoy vivimos y padecemos. Pero ese es otro cantar por el momento, de modo que sigamos con la “barbarie” de nuestra infancia, la infancia de aquellos que nos movemos entre los sesenta y ochenta años.

Ya entonces, estábamos asentadas las tribus en aquellos campamentos, clanes, más o menos grandes, o más pequeños, que conformaban la piel de toro, como la nombró, Posidonio de Apamea allá por el ciento y pico a. de C. Convertidos, eso sí, en un Estado Nación. Algo verdaderamente importante, porque los estados-nación son una base fundamental, sobre todo, en el constructo de las relaciones sociales cuyos comportamientos desembocan todos en una forma bastante homogénea de ver y hacer la vida en ese conjunto, en esa tribu. Y en ello estamos.

Entonces, en nuestro estado-nación, lo que era una chiquillada, hoy, es un delito de lesa humanidad ¡maldita evolución! y ¡maldita! transición de la “barbarie” a la “civilización”, cuando con tirachinas reventábamos las bombillas de una calle que ya tenía alguna fundida, con lo cual se agrandaba el espacio de impunidad en el que funcionábamos corriendo detrás de una niña que regresaba a casa (ironía) “sola y borracha”, para levantarle la falda y verle las bragas. Hecho este bastante difícil debido a la carencia de luz. Pero la “agresión sexual” estaba consumada. “La manada” volvía a casa riendo, y la mayoría de las veces, aventurando el color de aquella codiciada pieza que en la mayoría de las ocasiones era blanca -entonces ni existía el tanga ni la lencería erótica y de colores llamativos. Y llegábamos a casa impunes por nuestra calidad de machos, y dispuestos a perpetrar otra “violación” de parecidas características al día siguiente… o los más atrevidos, incluso a cogiendo a una chica desprevenida darle un beso en la mejilla. Aquello sí que era una “violación” en toda regla.

El diagnóstico que haría de cualquiera de nosotros un psicólogo de los de hoy, un psicólogo de los de nuestra “civilización”, no bajaría de depravados, degenerados, pervertidos, apestados mentales o invertidos. Y no en el sentido que en la “barbarie” se le daba a invertido, que se utilizaba la mayor de las veces para referirnos a los maricas, maricones, mariquita, bujarra o bujarrón para definirlos. No, sino como una cuestión de género y no biológica. O sea, los que hoy día y por la gracia de la OMS, son homosexuales… en la “barbarie”, repito, eran invertidos, pero hoy y según la RAE y los “woke” (los de lo políticamente correcto): homosexual es: Dicho de una persona: Inclinada sexualmente hacia individuos de su mismo sexo. Nada relacionad con el factor natural, o sea, el biológico, y ahí está la biología del ser humano sobre la que leer todo lo que se quiera, lo demás, mucha paparrucha de la “civilización”.

No es que se tuviera aquello que hacíamos en la “barbarie” como un valor sino como una chiquillada, me refiero a nuestros “juegos” o a aquel tipo de juego en el que seguramente la mayoría de las veces la chiquilla se llevaría un susto importante, o no, ¡ni mucho menos!, porque estaba en la cierta seguridad de que el “juego” consistía en eso, nada más, verle las bragas, y no meterla en un portal y siete u ocho HDLGP la iban a violar y dejar allí tirada.

Porque entonces, aquella comunidad de la “barbarie” se movía por valores, normas, principios, raíces más culturales que políticas y más religiosas que políticas y que marcaban un rumbo que seguir. Un tiempo cargado de tradiciones y ancestros que teníamos como referentes políticos, militares, artísticos, filosóficos, intelectuales, morales, íntegros, honorables, nobles, juiciosos o espirituales que eran el lábaro al que seguir para mantener ese rumbo, que por desgracia y sin remedio (muchas cosas hicimos mal), nos llevó a dar el salto de la “barbarie” a la “civilización” en la que nos encontramos, con asuntos tan sumamente baladíes y estúpidos, como que uno de esos cientos o miles de mafiosos que ocupan cualquier cargo o carguillo, donde se juega con el dinero de todos y que lo dirigen todo, de la política al fútbol, tenga a un país entretenido mirando mañana tarde noche y madrugada el devenir del caso mientras nos siguen subiendo los precios en todo y como gilipollas, encima, aplaudiendo con las orejas… Y todo por un beso “no deseado”. Y mientras, los asesinos y violadores en la calle a los cuatro días de entrar en la cárcel, o saliendo antes de tiempo por leyes hechas por personas carentes de todo lo relacionado con la sabiduría y el conocimiento de lo que hacen. Personas, además, de un conocidísimo desprestigio intelectual, necedad contrastada y mentecatas supinas.

¡Que viva la “barbarie”!

Ruido de sables en la extrema izquierda

Una parte de la izquierda radical se encuentra en una tesitura muy comprometida, ya que tiene que optar entre la venganza o el mantenerse en el poder, y ambas cosas son inherentes a los radicales de izquierdas. Dos factores que, además, les caracterizan y de muy fácil aplicación en los demás, pero ligeramente distinto, y subrayo el “ligeramente”, cuando se trata de ellos mismos. Y no es porque lo diga yo así de una forma a la ligera, sino porque casos desde el siglo pasado tenemos por millares tanto en España, como en el resto de países que han tenido que soportar de alguna manera el régimen totalitario comunista, y que la extrema izquierda sigue intentando instaurar en España como lo ha venido haciendo durante toda la legislatura pasada. Desde las purgas masivas de Stalin dentro de su propio partido, al asesinato de Durruti en España por los propios anarquistas.

SUMAR ha restado fuerzas y votos a la extrema izquierda que encarnaba Podemos y resto de marcas devenidas del Movimiento del 15M, aunque hayan ido en el mismo barco y de la manita a estas elecciones que tantos caminos ha abierto y en tantos escenarios ha levantado el telón. La diva comunista de VOGUE se sigue viendo en el Gobierno como la tercera dama, y a Ada Colau, la reina okupa, le preparan ya la piel sin haber matado el oso, y tras su fracaso alcaldable en Barcelona, ya la postulan como ministra de Vivienda -como no podría ser menos, claro-, para un nuevo desgobierno socialcomunista o frentepopulista.

Pero el ruido de sables se sigue oyendo dentro de la coalición de extrema izquierda liderada por la rubia ministra en funciones. ¿Por qué? Pues porque SUMAR firmó un pacto con Podemos al que se adhirieron Izquierda Unida, Catalunya En Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Xunta Aragonesiste, Més per Mallorca, Més per Menorca, Verdes Equo, Alianza Verde, Batzarre, Proyecto Drago, Izquierda Asturiana e Iniciativa del Pueblo Andaluz.

En total, los independientes de Sumar, incluida Yolanda Díaz, son 10; los escaños de Podemos, 5; “los comuns”, otros 5; los de IU, 5 –sin contar al sevillano Sierra, militante de IU que ocupa cuota Sumar–; Más País y Más Madrid alcanzan 2; Compromís, otros 2; y Junta Aragonesa y Más Mallorca y Más Menorca, sacan uno cada uno. Y ahí empieza el lío, en lo que hará Pablo Iglesias, el que fuese mandamás de todo y todavía en Podemos, con esos cinco diputados fundamentales de cara a la investidura y posterior conformación del nuevo gobierno frentepopulista.

¿Por qué va a optar el Sansón desmelenado podemita? ¿Por la venganza o por el poder? Podemos barajar al menos dos situaciones que entran dentro de la lógica de la extrema izquierda con tal de no dejar el poder, y es que a la examada madre de esos hijos suyos, le den un cargo lo suficientemente bien remunerado y, por supuesto, vitalicio, y hagan otro tanto con Echenique, aunque este tiene muchas menos posibilidades a la hora de negociar Pablete, o la metan directamente en el nuevo Gobierno en el lugar donde estaba, es decir, en el Ministerio creado ad hoc para la Montero en la primera legislatura del Frente Popular.

Pero no es eso lo que se oye por los mentideros políticos, sino más bien, el ánimo de venganza de Pablo Iglesias contra su mejor apuesta que le ha salido rana aspirando a tener ella todo el poder a costa de lo que sea y de quien sea. De manera que en caso de darse esa situación que llevaría a la oposición a la “pijoministra” Díaz, perdiendo así todo tipo de privilegios institucionales y mediáticos, quedaría como efectiva la venganza pero con unas consecuencias a posteriori para toda la extrema izquierda, absolutamente desconocidas.

Está claro que si Pedro Sánchez ha sacado los escaños que ha sacado, es porque se los ha quitado a la extrema izquierda como ha pasado en la derecha, por eso, es tan importante que se forme un Gobierno porque los que se queden en la oposición, y me refiero a ambos extremos, en las próximas elecciones sufrirá un duro revés quedando como hegemónico el partido “matriz” del bipartidismo, bien sea PSOE ya sea PP.

Y esto lo saben todos, y de ahí que estén haciendo cábalas y capirotes con tal de formar Gobierno porque saben que los que se queden en la oposición, mal van a llevar el resultado de los próximos comicios. Aunque lo que sí es cierto, a día de hoy, es que el “pijiprogrerío” que encabeza Yolanda Díaz en SUMAR, ha fagocitado al “macho alfa” que se inventó Podemos, entre otros. Por cierto, que han salido como diputados en el partido de las feministas, diecisiete hombres por catorce mujeres ¿reminiscencias heteropatriarcales?

Pobre pueblo vasco

Los “bilduetarras”, en este caso el “hombre de paz”, Otegui, hablan de democracia con la misma soltura y desparpajo que Paco Gandía te contaba un chiste.

Estos tíos a los que les encajan, por sus hechos y sus dichos, los tres tipos de regímenes políticos más perniciosos y asesinos (como ellos) que han existido en Europa después de la Primera Guerra Mundial: nazismo, comunismo y fascismo, pero que no es su fuente de iluminación política en la práctica según ellos, se dan un banquete de populismo ahora, tras el resultado de las generales –que vayan tomando nota sus “hacedores” del PNV–, al igual que hacía Otegui hace siete años, el tres de marzo de 2016, en un mitin en el que apelaba a la honestidad de la “nueva izquierda” (cuando empezó Podemos a salir a la palestra), para conseguir el fin que ellos pretenden, hoy, más que nunca y que jamás lo habían tenido tan cerca: la independencia del País Vasco.

Y no deja de ser curioso tras su presentación en aquel mitin en el velódromo de Anoeta, el cómo es recibido con estruendosos aplausos, y con la canción de Ennio Morricone que interpretara la hippie Joan Baez, Here’s to you, (Esto es para ustedes o Brindo por ustedes). Una canción con una letra amplia, extensa y profunda que dice así: “Brindo por ustedes, Nicola y Bart. Descansen para siempre aquí en nuestros corazones, el último y final momento es suyo, esa agonía es su triunfo”. Así de principio a fin. Toda una declaración de intenciones y mucha magia en el mensaje (ironía), porque en los años sesenta y setenta, hubo mucha magia con esos mensajes de la “canción protesta” y mucho lenguaje que apelaba desde el amor libre en las comunas idílicas de la utopía, hasta el bandolerismo representado por anarquistas que mataban desde principios del siglo XX lo mismo a reyes que a aquellos que no pensaban de su misma manera.

Y no deja de ser curioso, que la canción vaya dedicada a dos anarquistas, Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti que según la izquierda americana fueron ajusticiados sin pruebas suficientes… Y se convirtieron, perdón, les convirtieron, en héroes, claro. ¡Lo que hacían ya por aquellos entonces los progres americanos! ¡Hay que ver! Ricos todos, pero muy “progres” y muy ilustrados y mágicos, a lo que contribuía mucho el LSD y otras hierbas.

La magia del crecimiento del comunismo por los campus de las universidades y entre el mundo de la cultura en general, entonces, y ahora. Hoy estamos en las mismas, y no sólo en España, sino en gran parte del mundo después de haber creído que tras la caída del Muro de Berlín, se terminaba el tercero de los cánceres político-ideológicos, nacidos en el siglo XX. Pues no. El comunismo como ideología, políticas y seguidores, es un muerto muy vivo.

Pues volviendo al comienzo con lo de Otegui y su democracia, y venga democracia y más democracia, hay que recordarles estas consecuencias de lo hecho por la ETA militar, la del tiro en la nuca, las bombas, la mafiosa, no la ETA política (recuerdan aquello de los “polis-milis?) que como Sacco y Vanzetti y todos esos anarquistas que han asesinado sin miramientos, ETA, a través de la extorsión y el crimen, además de imponer el terror, obtenía muy buenos beneficios del impuesto revolucionario, o sea, una mafia como la siciliana.

Ese era el fin hasta entrar en las Instituciones del Estado para vivir a cuerpo de rey y desde ahí poder caminar, sirviéndose de la real democracia, y no del asesinato, hacia la independencia de un territorio que en sus manos sería, y será, una dictadura pura y dura…, muy dura. Más bien un totalitarismo a la antigua usanza hitleriana o mussoliniana. Y lo dicen y se denominan ellos desde la génesis que les ha mantenido: son la izquierda abertzale, y abertzale significa patriota nacionalista vasco. Y en los nacionalismos, está la base, el germen y el fundamento, tanto del partido nazi como del partido fascista.

El abertzale enarbola la ikurriña con el puño cerrado en alto y gritando ¡gora Euzkadi!, y es un demócrata nacionalista. Pero si lo hace alguien de VOX con la bandera española, es un fascista. Ese es el lenguaje que marca el mensaje que repetido tantas veces hace de lo malo bueno, y de lo bueno malo.

Muy bien. Pues ese es el destino que quieren los vascos, o una importante mayoría de vascos (la burguesía del PNV y los “obreros” de BILDU), sobre todo, de aquellos salidos de las ikastolas y de un sistema educativo, que hoy día se ha visto que funciona a la perfección, en cuanto a la alienación del ser humano, para conseguir lo que ya consiguieran esos otros dos monstruos de principios del siglo pasado…

Pues que con su pan se lo coman… Pero eso, con su pan, no con el pan de todos los españoles.

“El diálogo y la palabra pueden solucionar los problemas en este país” (Arnaldo Otegui). Lo dice ahora. Pero se olvida decir, que han llegado a eso después de asesinar a casi mil personas en España… HDLGP.

Votantes, programas, ideologías= Intereses

Cada día estoy más convencido de quiénes son los auténticos y verdaderos culpables del desastre al que hemos llegado en España y que no son otros que la izquierda (toda la izquierda) no democrática. Esa izquierda que se sirve de cualquier resorte legal que le da la flexibilidad de las distintas Constituciones de cada país, para alcanzar el poder con el único ánimo e intención de perpetuarse en él.

De ahí que estemos viendo o que llevemos viendo ese comportamiento que fue más radical después de la II Guerra Mundial donde el comunismo se impuso de la manera totalitaria que lo hizo, y en lo que llevamos del siglo XXI de una forma algo más sutil, como es, sirviéndose asimismo de las ventajas que les otorgan las democracias de poder participar en la vida política, llegar, y una vez conseguido el poder con las urnas, pasar de manera ladina a la autocracia para desde el poder Ejecutivo, controlar el Legislativo –pactando con quien sea menester–, y seguidamente controlar el Judicial. Autocracia pura, que no deja de ser una forma más de dictadura encubierta y con el horizonte puesto en el comunismo como forma definitiva de régimen.

Y en este sentido no hay que olvidar como bien saben, a los intérpretes de Marx, el primero de todos ellos Lenin, que el socialismo es considerado como la fase previa al comunismo, y el comunismo como tal y de facto, no es lo que se proclamaba desde el punto de vista filosófico cuando se crea, ni por el propio Marx, que es más un socialismo científico, ni como la utopía de Tomás Moro, sino la realidad de Cuba, de China, de Rusia, de casi toda Latinoamérica etc., etc., etc. Sin obviar tampoco, que desde la Revolución rusa de 1917, y hasta la caída del muro de Berlín en 1989, la mitad de la humanidad vivió bajo regímenes políticos que se declararon herederos del pensamiento marxista. Pero todo ello hecho a base de interpretaciones de su pensamiento filosófico llevado a cabo por personajes de la jaez de Mao, de Stalin, de Fidel Castro, Hugo Chaves o Vladimir Putin.

Pues todos los votantes socialistas, que dudo mucho que en su generalidad conozcan esto, deben saber hoy día y en España, que cuando votan PSOE no están votando a un partido que pretendió ser socialdemócrata después de Suresnes (en Surenes se proclamaron marxistas-leninistas para cambiar la chaqueta al poco tiempo de tocar el poder y por la propia iniciativa de la socialdemocracia alemana que encarnaba Willy Brant mentor de Felipe González), sino que votan a un partido radicalizado hacia la extrema izquierda, capaz de pactar con el diablo con tal de mantenerse en el poder para conseguir su fin, obviando la posibilidad de una “gran coalición” (como se ha llevado a cabo hasta en cuatro ocasiones en Alemania, tanto la de Willy Brant, como la de Ángela Merkel, entre socialdemócratas y demócratas cristianos en sus dos versiones “CDU, CSU” con el SPD).

Del mismo modo, los votantes socialistas cuando votan PSOE, están votando a la extrema izquierda que personifica Yolanda Díaz, al Partido Comunista, y demás conglomerado de partidos salidos del 15M. Están votando a Ezquerra Republicana de Cataluña; están votando al PNV; están votando a los «bilduetarras» que representa ese “hombre de paz”, los mismos que ayer viernes han votado en contra de que se hiciese una declaración institucional para homenajear, en Navarra a Miguel Ángel Blanco, concejal del PP asesinado por ETA hace 26 años, o votan a los independentistas de la derecha catalana que representa en la actualidad un prófugo de la justicia española.

Así, como del mismo modo, todos los votantes de estos partidos, a su vez, cuando votan, en teoría a su partido y que no pueden ni ver al PSOE en pintura si no es para sacar más poder y más dinero, están votando a los socialistas de Sánchez. Son, como en los Tres Mosqueteros y D’artagnan, el: “uno para todos y todos para uno”. Y a ese uno, Pedro Sánchez, le importa una verdadera higa lo que tenga que hacer para seguir sentado en el sillón de la Moncloa.

Todo comenzó, me refiero a las aspiraciones autócratas del PSOE con el famoso pacto del Tinel. Ahí se abrió la barra libre de todos contra la derecha en donde todos iban a sacar un rédito político emporcando desde las instituciones del estado hasta la convivencia y la paz social. A partir de aquel momento gestado desde la oposición y llevado a la práctica por el estólido Zapatero, la izquierda y la extrema izquierda no han hecho otra cosa que sucumbir a los chantajes y la extorsión de todo ese magma partitocrático que nos ha traído a la auténtica y verdadera ruina en la que estamos en estos momentos, moral, ética, económica y socialmente.

Hienas, buitres y cuervos

Son verdaderos carroñeros ¿y adónde van las hienas, los buitres y los cuervos? ¿De qué se alimentan? ¿De qué se nutren? De animales muertos. De lo pútrido, de lo que está en descomposición. De lo infecto…

Nada como ver la que tiene montada ya la izquierda del PSOE, la extrema izquierda de comunistas (SUMAR y su conglomerado de quince celdillas de un panal de abejas venenosas), “filoetarras”, y los separatistas secesionistas, pues nada como esto, como para darse cuenta de su verdadero carácter, razón de ser política y su carencia absoluta de ética y moralidad alguna.

Nada mejor que leer u oír, las declaraciones de Pablo Iglesias, por ejemplo, para verlo con claridad meridiana; o escuchar con atención el discurso de Otegui, las declaraciones de ese “grajillo” rufián (el diminutivo de grajo es debido a su diminuta capacidad intelectual), de ERC, o lo que se dice del fugado de Junts, como para saber lo que de verdad son esta gentuza y lo que ansían.

El ex de todo (Pablo Iglesias), me hace hasta gracia con su pelo cortito, el que le cortó su Dalila Montero, diciendo obviedades como la Catedral de Sevilla, porque no podré estar más de acuerdo con él en esto que dice en su propio canal de televisión, Canal RED, cuyo proyecto nace bajo el amparo del empresario Jaume Roures y con el soporte de la productora Furor Producciones, y aparte de eso, según ellos, se financian también con cuestación popular, o el más conocido crowdfunding.

Pues el ex macho alfa entre otras, dice estas obviedades:“… Y vamos a ver a los sospechosos habituales: a los “Anarosas, a los Vicentes Vallés, a los Ferreras (como si el marido de Anita Pastor fuera de derechas y del PP), a los Herreras, a los Alsinas y a todos los demás (¿cuántos más?), diciendo que Pedro Sánchez va a tener que ponerse de acuerdo con los etarras de Bildu, con los secesionistas de Puigdemón, con los independentistas-secesionistas de Ezquerra, con las diferentes fuerzas que van a señalar como Frankestein de la coalición SUMAR. Y eso va a ser una presión, probablemente mucho más agresiva que lo que hemos visto hasta ahora”… Pablo Iglesias dixit. ¿Pero acaso eso es mentira?

Este aventurero y vividor del cuento. El que se enfundó el traje de activista con el 15M para vivir de las rentas políticas. El que decía que al final de su vida política se dedicaría a sus clases (como Ibarra), el que sabe tanto de totalitarismos, este embaucador e hipnotizador de serpientes, lo primero que hace es acallar la voz, la opinión y la crítica, de los discrepantes. Matrícula de honor y cum laude en totalitario, dictador, tirano, absolutista, extremista y carroñero, como el cuervo que con sus negras y sombrías alas cae sobre la carroña. Porque al igual que las hienas, que además de repulsivas son astutas y cobardes y por eso llevan siempre cuando están solas el rabo entre las patas, prevalece en ellas y en ellos (los cuervos) la astucia, la fullería y la maula, esto dicho de Pablo Iglesias, por encima de otro tipo de consideraciones del socarrón y el pérfido que es, que sólo se las da con los lumpen.

Pues este cuervo desmochado concluye su perorata diciendo que: “… Sabiendo que lo que va a llegar a nivel mediático es de una violencia inusitada”. Cuando lo que van a decir los medios, esos pocos medios y periodistas que aún se atreven a hablar contra la izquierda y la extrema izquierda, es una obviedad, un hecho irrefutable que se lo tendrían que hacer mirar los votantes socialistas, porque en realidad, son ellos, los responsables de que España sea a día de hoy, un cadáver desmembrado y fétido, donde acude tanto carroñero para no dejar ni un solo trozo de carne o tejido, en ese esqueleto desamparado y ocioso en su muerte como es ahora mismo este país.

El papelón del Rey

Hay un asunto que no he oído ni leído todavía después de conocidos los resultados electorales y cómo puede ser investido el perdedor Sánchez, en ningún medio expuesto por uno de esos cientos de “analistas políticos” (antes tertulianos), que es muy pero que muy enjundioso, y que se pasa por alto no sé si adrede o sencillamente porque los conformadores de la opinión pública española, o sea, la prensa en general, no ha caído en algo tan importante como es la figura del Jefe del Estado y el papelón que tiene por delante.

Este jarrón chino que adorna lo mismo que el padre, se enfrenta a un auténtico y verdadero drama. Su padre en su día, lo cortocircuitó con la “Operación Armada”, que no es otra cosa que la pantomima de Golpe de Estado del 23F, y lo hizo más mirando a sus propios intereses y que no le movieran el culo del sillón, que por los reales y verdaderos intereses de España. Su hijo Felipe VI ya tiene asumido hace mucho su papel de rey cuchara, que ni pincha ni corta, con lo cual, y sin el poder que sí tenía su padre entonces sobre las Fuerzas Armadas, a él, como si viene el siroco, el terral o el levante de Tarifa, porque a él se la refanfinfla.

La cuestión es que de los pocos “poderes” que tiene el Jefe del Estado, uno de ellos es el de encargar formar gobierno al candidato que ante él se presente con los apoyos suficientes como para sacar la investidura adelante con el fin de no entrar en un bucle que nos llevara al bloqueo permanente. Y aquí es donde viene lo que de verdad tiene miga: ¿Le permitirá su majestad a Pedro Sánchez ser investido con el apoyo del prófugo Puigdemón y sus condiciones (las que ya ha dicho y puesto como base para su abstención, de referéndum e independencia) al abstenerse y así poder ser presidente Sánchez?

Mucho me temo que así será, porque este adorno institucional que no pasa de ser un símbolo como así lo dice la propia Constitución, no moverá un dedo para paralizar esta nueva locura de Pedro Sánchez, con el resto de partidos del Congreso, que a lo que van es a sacar rédito político, personal y económico, además de otras ventajas, en lugar de mirar por el bien común de los españoles (48 millones) que no son los poco más de diez millones que han votado a estas fuerzas de progresistas, de izquierda, de extrema izquierda y libertinos separatistas que van a ver quién saca la mayor tajada. Y España, ya, exangüe.

Si tienen o les queda algún tipo de conciencia, valores, moral y algo de dignidad, que los votantes de este probable gobierno multicolor, como la bandera gay, se lo hagan mirar, como debería hacérselo mirar el propio Jefe del Estado si propicia esa investidura bajo la coacción, la extorsión y el chantaje…

Claro que ellos, los votantes progresistas y separatistas, hablan de racismo, machismo y cambio climático. ¡Todo en orden mi general!

Volverá a ser presidente: Sánchez forever

Mi imaginación no da ya para más en cuanto a las salvajadas que en política se puedan dar en España. Quien ponga en duda que la derecha no va a gobernar, es un verdadero estúpido, y los primeros estúpidos son aquellos que han ganado las elecciones en escaños y en número de votos, que se creen pueden hacerlo: Feijóo ya ha comenzado a hablar con las distintas fuerzas políticas. Le ha llamado Pedro Sánchez, y él ha llamado a Coalición Canaria, a UPN, PNV (que ya le ha dicho que con ellos no cuenten) y VOX, y con eso él sabe que no llega a los suficientes votos para ser investido, con lo cual, el perdedor en votos y escaños, que ya lo tiene todo hablado menos con el fugado Puigdemón al que todavía la Justicia (y van años, lo que hace el poder, el dinero y los “padrinos”) no ha puesto en su sitio, o sea, la cárcel, y es la llave para que el sociópata sea investido, y, además, a un precio altísimo, si bien, a este sociópata pagar las cuentas le da lo mismo porque paga con dinero ajeno, con lo cual, el panorama que se nos presenta es blanco y en botella: Pedro Sánchez Presidente forerver.

El psicópata narcisista que ni siquiera felicita al vencedor de las elecciones la noche electoral, va a volver a dar un salto mortal con pirueta y chupando una piruleta con las manos metidas en los bolsillos del chándal y con la seguridad de que no se va a hacer daño, caerá de pie como un tentetieso. Así de fácil hace las cosas. Porque a sus siete millones y poco de votantes –que no votan con la cabeza sino con la vesícula–, les va a dar exactamente lo mismo lo que pacte con el fugado, ERC, PNV, EH BILDU…, ya sea el referéndum, o la amnistía fiscal, los colores de la bandera, la capitalidad de España o la propia independencia de Cataluña…, después vendrán los “bilduetarras” y pedirán la del País Vasco ¡y ojo! que en mi opinión, sería una medida que yo aplaudiría (me refiero a la de la independencia) ¡incluso lo votaría!, si de verdad (porque este no dice ni una sola verdad), así fuera.

Sería prolijo ahondar en este tema, pero lo de la unidad de España, como que hace mucho tiempo que no lo veo. Y no estoy hablando de “cantonalizar” todo el país, sino de que España prescinda de esos dos tumores que llevan más de un siglo infectando con sus metástasis la política y la convivencia española, salvo el periodo franquista. Si en mi mano estuviera, les haría un Brexit tanto a una región como a la otra. O si no quiero llegar a eso (y oportunidades ha tenido la derecha con sus mayorías absolutas), haber cambiado esta Ley electoral (de las circunscripciones) que le da seis diputados a los herederos de la ETA con poco más de trescientos mil votos.

Para aprovecharse de esta Ley electoral, los partidos separatistas, independentistas o regionalistas aplauden y se abanican, pero para respetar el resto de artículos de la Constitución sobre la unidad de España, cargan con toda su artillería. Lo que el PP, y sólo el PP, no atajó en su momento por uno de esos muchísimos complejos que tiene y que le llevaron a Rajoy a la misma situación de bloqueo, en la que hoy está Feijóo. Pero claro, cuando en este país ya hemos aceptado, no, perdón, los votantes del PSOE, han aceptado, desde gobernar con cualquiera del arco parlamentario, hasta estar en el Gobierno por dos veces con sendos golpes de Estado, pues a ver qué se puede decir de la responsabilidad de esos españoles.

Sí, dos golpes de estado. El primero el del 23F de 1981 (en octubre del 82 ganó con mayoría absoluta Felipe González) y el segundo el de el 11 de marzo de 2004 con los atentados de Atocha. (https://www.youtube.com/watch?v=cF1QJKHrU9Y) este enlace es sobre el 23F, merece la pena verlo. El libro está prácticamente secuestrado, pero aquí su autor, contra quien nadie se ha querellado, explica muy pormenorizadamente lo que de verdad pasó en aquella pantomima pactada y conocida por los que luego han construido un relato involucionista sobre el golpe de Tejero, que en realidad, fue el golpe de la Casa Real, el General Armada y las fuerzas de izquierdas del Parlamento gobernando entonces Suárez; relato de golpe de involución hacia el franquismo, que es el que ha pasado también a la Historia, como que el Frente Popular fue ganador en las elecciones de febrero del 36.

La mentira y la bajeza política y moral con tal de gobernar, es tal en esta gente que se llama socialista, que debería hacer sonrojarse a aquellos con dos dedos de frente, no comprados, no subvencionados, no pancistas, no adoctrinados, no vividores en busca de cargo o carguillo, no alienados, los del bono social, los del PER, o los no sicópatas, cuando metan la papeleta del PSOE en el sobre en unas elecciones. Claro, que después de hacer la criba y quitar a todos esos “lamesuelas” y bodoques, con dos dedos de frente quedarían tan pocos como que serían, a lo sumo, las tres últimas cifras que componen las centenas de los siete millones.

Y así nos va. ¿No querías caldo?… Pues ¡dos tazas! Y lo peor de todo es que la derecha del PP va a seguir igual y el PSOE cogiendo cada vez más seguridad y oxígeno a pesar de sus desafueros, iniquidades y locuras, al saber que no solamente le salen gratis toda su maldad y arbitrariedad, sino que encima, le son premiadas.

El perdedor que gana

Lunes de resaca electoral, toca opinar. Y lo primero empezar por quien perdió unas elecciones que según él con tanta certeza y hasta en cuatro ocasiones le repitió a Ángeles Barceló (otra más de las del pesebre de la izquierda en medios de comunicación), que iban a ganar y por eso no respondía a la pregunta que le reiteró de: “Y en el supuesto caso de que perdiera…”, insistentemente el sociópata, le cortaba diciendo: “es que vamos a ganar Angels”.

Pues este, el perdedor sociópata y psicópata, además de todo lo demostrado ya, anoche, en esa orgía obscena de bailecitos, gritos entre la turba de ¡no pasarán!, banderas gais y “arrabalerismo” de lo más vulgar de la ministra Montero, Begonia (su mujer o lo que sea), Cristina Narbona y un tipo que no sé sinceramente quién era, minutos de alaridos estrepitosos de una claque subvencionada, una cohorte de pancistas que se dieron cita en Ferraz, aplaudiendo por doquier a ese líder del que se sienten orgullosos 7.760.690 votantes, repito, que él, volvió a mostrar la cara de lo que es, una vez más, que acompaña a todos los epítetos que de él ya he escrito.

Pedro Sánchez pasada la media noche, en ese apaño de balcón flotante donde verse por encima de todo el mundo, como un faraón, un césar, un emperador, un caudillo, un rey, ¡un dios!, demostró su falta de clase y educación personal y política al no felicitar, lo primero, y antes de decir las tonterías que dijo, al candidato que había ganado las elecciones tanto por escaños como por votos.

Está por encima del bien y del mal, gane o pierda. Él es único, insustituible, ineluctable, indefectible e inapelable. Claro que el resto de partidos a excepción de VOX, tampoco felicitaron al ganador de las elecciones, Alberto Núñez Feijóo. Las cosas de la izquierda, la extrema izquierda, el independentismo y el odio ¿o tendría que decir envidia? ¿O son ambas cosas? Me quedo con esta última propuesta.

Dicho lo cual, ahora viene un somero análisis político para no cansar a esta parroquia que me lee (lo que les agradezco de corazón) que en muchos casos pasa de política, que va a lo suyo y que hace justo lo que tiene y quiere hacer: lo que le da la real gana. Pero en el fondo, estoy seguro de que unos estarán de acuerdo conmigo y otros no tanto, la cuestión es que después de todo lo que se ha dicho, de lo que se especuló con la fecha del veintitrés de julio, pleno verano, con unas elecciones dos meses antes, calor y demás cosas que se han venido valorando por aquello del cambio climático, el voto por correo y demás zarandajas, la participación ha estado por encima del 70%, en concreto el 70,4%, es decir, la séptima en el ranking de participación de toda la historia de las elecciones generales en la democracia, que son ya con esta, quince.

Y la cuestión entonces es ¿y eso a qué se ha debido después de tanta tontería y tanta gilipollez como han dicho ese rebaño de “analistas políticos” como se autodefinen –en su inmensa mayoría por no decir todos, de izquierdas, patrocinados o financiados directamente, o por su ideología­–, y que conforman la opinión pública de este país?

Así las cosas, con semejante participación, la real y verdadera fuerza “más votada”, ha sido –una vez más–, la abstención con 10.402.450 frente a los 8.091.840 que ha sacado el PP, o sea, la nada despreciable cifra de 330.870 votos más que el PSOE, que solamente gana en las cuatro provincias catalanas, en Álava, Navarra, Sevilla ¡y cómo no!, en la madre del socialismo decimonónico y el caciquismo institucionalizado: Extremadura: Cáceres y Badajoz.

De manera que, qué bien estaría aplicar ahora por parte de políticos y prensa de esta época los mismos criterios que se aplicaron en relación a ganar o perder atendiendo a las capitales de provincias y núcleos más poblados, como se aplicó la izquierda en aquellas elecciones de febrero del 1936 (ya probado) amañadas y adulteradas por el Frente Popular, que perdieron, pero que han pasado a la Historia, y así quedará para los restos, como que las ganaron

Un Frente Popular que decían ejercer contra el fascismo cuando en efecto no se conocía a fondo lo que entonces y poco más tarde, demostró el comunismo como asesino y totalitario –y hasta ahora lo viene demostrando–, que junto a los nazis provocaron la II Guerra Mundial (hay que estudiarse bien el famoso “Tratado Molotov-Ribbentrop” en qué consistía y en qué concluyó) y que ayer, ese comunismo de salón de peluquería y revista VOGUE, hacía palmas con las orejas a pesar de seguir siendo la cuarta fuerza política, haber perdido votos y escaños.

Un verdadero maquiavélico, lascivo e inmoral espectáculo que protagonizó esa comunista de casa de 400m2 y una turba de gente “joven”, adoctrinada, ciega e inculta en lo político, que es incapaz de ver la viga en el ojo propio… Y lo demás, todo es ¡fascismo! Eso sí, cuando lo demás, aunque sean la cuarta, quinta, sexta, séptima y octava fuerza del arco parlamentario, no sea un sociópata que parte y reparte con ellos, el dinero, comodidad y felicidad de todos.